Marie Curie: un referente para las niñas y mujeres en la ciencia

Marie Curie fue una de las investigadoras y científicas mas importantes de la historia. Desde muy niña quiso dedicarse a la investigación y para poder realizar su sueño se trasladó a París con la idea de estudiar en una prestigiosa universidad francesa donde sí admitían mujeres.

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El Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia y el Día Internacional de la Mujer nos dan la oportunidad de reconocer los logros de mujeres extraordinarias que cambiaron la historia. 

Entre ellas está Marie Curie, una de las científicas más influyentes de todos los tiempos. Destacó por su talento y valentía en un mundo, el de la ciencia, donde las mujeres no tenían ningún protagonismo.

Los primeros años de Marie Curie: un ejemplo de valentía

Vamos a conocer la historia de esta maravillosa científica que se caracterizó por su determinación y ganas de aprender.

La infancia de Marie Curie

Nacida como Marya Sklodowska en 1867 en Varsovia, Polonia, Marie fue la menor de cinco hermanos, y desde muy pequeña mostró una gran curiosidad.

Aunque los recursos de su familia eran limitados, su amor por el aprendizaje siempre estuvo presente. 

En su casa había objetos científicos como microscopios y balanzas que sus padres, ambos profesores, guardaban como un gran tesoro. Estos aparatos despertaron su interés por los misterios de la naturaleza y, en el futuro, le ayudarían a convertirse en la gran científica y profesora que fue.

Superando las barreras educativas a las mujeres

Marie crecía, así como sus ganas de aprender, pero cuando terminó sus estudios básicos se encontró con un gran problema: en aquella Polonia, ocupada por el Imperio Ruso, las mujeres tenían prohibido estudiar en la universidad.

Sin embargo, Marie no desistió. Se inscribió en la llamada «Universidad Volante», una institución clandestina en Varsovia que permitía a las mujeres recibir educación superior en secreto. Sin embargo, si quería obtener un título oficial, tendría que estudiar en el extranjero.

Junto a su hermana Bronisława, soñaba con estudiar sin tener que esconderse. Querían estudiar en la prestigiosa Universidad de la Sorbona, e hicieron un trato: Bronislawa iría primero a París a estudiar medicina y, cuando terminara, ayudaría a financiar los estudios de Marie. Durante años, Marie trabajó como institutriz para ayudar a su hermana mientras estudiaba por su cuenta física y matemáticas.

Marie junto a su hermana Bronisława

En 1891, a los 24 años, Marie finalmente reunió suficiente dinero y viajó a París. Se inscribió en la Facultad de Ciencias, donde era una de las pocas mujeres en un ambiente dominado por hombres.

Como su formación previa en Polonia no estaba al nivel de los exigentes estándares de la Sorbona, tuvo que trabajar el doble para ponerse al día. Además, vivía en condiciones precarias: apenas tenía dinero para comida y dormía en una habitación fría y mal iluminada. A pesar de los desafíos, se sumergió completamente en sus estudios, pasando largas horas en la biblioteca y en los laboratorios.

Gracias a su esfuerzo y talento, en 1893 obtuvo la licenciatura en Física, siendo la primera de su promoción. Al año siguiente, consiguió su segundo título en Matemáticas, consolidando su camino hacia la investigación científica.

El tiempo de Marie en la Sorbona marcó el inicio de su brillante carrera científica. Mientras tanto, Bronisława se especializó en medicina, convirtiéndose en una de las pocas doctoras de su época. Su carrera también fue brillante: regresó a Polonia y fundó un sanatorio en Zakopane para el tratamiento de la tuberculosis. Además, también fundó la Escuela de Enfermería de Varsovia, formando a mujeres en medicina y promoviendo su acceso a la educación superior.

¿Qué consiguió Marie Curie? Sus grandes logros

Marie dedicó su vida al estudio de la radiactividad, un término que ella misma acuñó. Sus descubrimientos revolucionaron la física y la química, y también marcaron el inicio de tratamientos médicos como la radioterapia.

Los Curie, una de las parejas más influyentes en la historia de la ciencia

Después de obtener su licenciatura en Física, Marie comenzó a buscar un laboratorio donde pudiera realizar investigaciones. En esa época, ser mujer en la ciencia era extremadamente difícil, y aunque tenía talento, no era fácil encontrar recursos. 

Un amigo, el físico Józef Wierusz-Kowalski le presentó a Pierre Curie, un científico francés de renombre, que ofreció a Marie un espacio en su laboratorio para que pudiera continuar sus investigaciones sobre las propiedades magnéticas de los metales.

Desde el principio, ambos compartieron una profunda pasión por la ciencia, lo que los llevó a colaborar en investigaciones y a desarrollar una gran admiración mutua. Poco a poco, su relación pasó de ser profesional a personal. 

Pierre quedó profundamente enamorado de Marie, pero ella, inicialmente, dudaba en comprometerse. Su intención era regresar a Polonia para continuar su carrera científica allí. Sin embargo, Pierre no estaba dispuesto a perderla y la persuadió de que juntos podrían lograr grandes cosas en la ciencia y tener un matrimonio feliz.

Pierre Curie junto a Marie Curie en el laboratorio

En lugar de anillos, ¡decidieron regalarse bicicletas! Era el método de transporte favorito de ambos. Otra curiosidad es que el vestido que usó en su boda se convirtió también en su  uniforme en el laboratorio.

Después de casarse, Pierre y Marie se convirtieron en uno de los equipos más importantes en la historia de la ciencia. Trabajaron en el descubrimiento de la radiactividad, ampliando las investigaciones del físico Henri Becquerel y descubriendo dos nuevos elementos químicos: el polonio (nombrado así en honor a su Polonia natal) y el radio. 

La relación entre los Curie fue una combinación de amor, respeto mutuo y colaboración científica. Tristemente, su historia de amor terminó abruptamente cuando Pierre murió en un accidente en 1906, dejando a Marie devastada, pero determinada a continuar su legado.

Ganadora de dos Premios Nobel

Marie Curie fue la primera mujer en recibir un Premio Nobel. Pero, además, ¿sabías que fue la primera persona en ganar dos? El primero en Física, en 1903, compartido con su marido Pierre Curie y con Henri Becquerel por sus estudios sobre la radiactividad; y el segundo en Química, en 1911, por sus investigaciones sobre los elementos radio y polonio.

Por cierto, ¡su hija también ganó un Premio Nobel! Su primera hija, Irène, ganó el Premio Nobel de Química en 1935, junto con su esposo Frédéric Joliot-Curie, por el descubrimiento de la radioactividad artificial

Este hallazgo fue fundamental en el desarrollo de la energía nuclear y la investigación médica con isótopos radiactivos.  Desde pequeña estuvo rodeada de ciencia, ya que Marie Curie la educó junto a otros hijos de científicos en un grupo de aprendizaje especial. 

Durante la Primera Guerra Mundial, siendo aún adolescente, trabajó con su madre operando máquinas de rayos X portátiles en los hospitales de campaña, ayudando a salvar muchas vidas.

En total, la familia Curie suma 5 premios Nobel, ¡un récord imposible de igualar!

Irene Curie junto a su madre Marie Curie en el laboratorio

¿Sabías que Albert Einstein y Mari Curie se conocieron?

¡Sí! Albert Einstein y Marie Curie se conocieron y mantuvieron una relación de respeto y admiración mutua. Su primer gran encuentro fue en 1911, durante la Conferencia de Solvay, un prestigioso congreso donde los científicos más brillantes de la época se reunían para debatir sobre los avances en la física y la química.

Además de compartir intereses científicos, Einstein defendió públicamente a Curie cuando se enfrentó a ataques por ser una mujer en la ciencia. En una carta de apoyo, Einstein le aconsejó ignorar las críticas y seguir adelante con su trabajo.

Marie Curie, la primera profesora de la Sorbona

Marie, que había empezado estudiando clandestinamente, no sólo fue la primera mujer en ganar dos Premios Nobel.

En 1906, tras la muerte de Pierre Curie, ocupó su cátedra, convirtiéndose en la primera mujer en dar clase en las aulas de la Universidad de Sorbona, una de las más prestigiosas de Europa.

La exposición de Marie Curie a la radiación y sus consecuencias

El día a día de Marie Curie estaba marcado por su dedicación absoluta a la ciencia. Tanto ella como Pierre Curie pasaban largas horas en el laboratorio, investigando la radiactividad sin conocer aún los peligros que implicaba la exposición prolongada a estas sustancias.

En su laboratorio, Marie manipulaba directamente el radio y el polonio sin guantes, los transportaba en sus bolsillos e incluso los guardaba en su casa fascinada por su brillo en la oscuridad. Pasaba largas horas en contacto con estas sustancias sin utilizar ninguna protección, ya que en aquella época no se conocían los efectos nocivos de la radiación.

Con el tiempo, esta exposición prolongada comenzó a afectar su salud. Marie sufría de fatiga extrema, problemas de visión, quemaduras en la piel y anemia, síntomas que hoy se asocian a la radiación. Finalmente, en 1934, falleció a causa de anemia aplásica, una enfermedad provocada por la exposición a elementos radiactivos.

Tan intenso fue este contacto que a día de hoy sus pertenencias son intocables. Y no sólo eso: tuvo que ser enterrada en un ataúd de plomo porque sus restos también eran extremadamente radiactivos.

Los valores de Marie Curie: un referente en la lucha por la igualdad de oportunidades

Marie Curie no sólo destacó como científica, sino también como una figura clave en la lucha por la igualdad de oportunidades. 

En una época donde las mujeres se enfrentaban a enormes obstáculos para acceder a la educación y al ámbito académico, su valentía y perseverancia rompieron barreras. Su historia es un claro ejemplo de que el talento no tiene género.

Marie Curie abrió camino para muchas mujeres en la ciencia, desafiando las barreras impuestas por su época y contribuyendo a que más mujeres pudieran acceder a la educación y a la investigación.

Hoy, su legado inspira a trabajar por un mundo donde todas las niñas y mujeres tengan las mismas oportunidades de aprender, crecer y alcanzar sus sueños.

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